SOMOS EL FUTURO DEL PAÍS
En los
jóvenes está no “un
futuro” para República Dominicana, sino “todo el futuro” de
esta nación. Este es un país donde 50 por ciento de la población tiene 30 años
o menos, que no corresponde al sistema político, ni al económico y lo van a
cambiar, de manera pacífica, progresiva y para bien.
La educación, el empleo, las nuevas tecnologías o las ofertas de ocio
son algunos de los temas a tratar por los jóvenes de hoy.
La baja participación de los jóvenes
DOMINICANOS en procesos político-electorales se da porque no se sienten
beneficiados, incluidos ni escuchados en las instituciones
políticas.
La desesperanza, inestabilidad y transitoriedad que vive hoy la juventud por la situación en el país, aunadas a la percepción de corrupción y desconfianza que tienen de los partidos y personajes políticos son factores que ocasionan la falta de interés de los jóvenes por estos procesos,
La desesperanza, inestabilidad y transitoriedad que vive hoy la juventud por la situación en el país, aunadas a la percepción de corrupción y desconfianza que tienen de los partidos y personajes políticos son factores que ocasionan la falta de interés de los jóvenes por estos procesos,
Se trata
de una visión paradójica: por un lado se les considera los transformadores del futuro, pero con la militante de que lo tienen que hacer
con los planteamientos del mundo adulto. No se escuchan sus ideas ni propuestas
que son distintas y novedosas. Esto genera que dentro de las instituciones
existan pocos espacios y actividades para la juventud, y ésta no se identifica.
La investigación comprueba que los jóvenes se
sienten excluidos y aislados de la vida política en el país al no encontrar
espacios de resonancia.
"A diferencia de los adultos, los jóvenes aportan ideas y conceptos más tendientes a la democracia y a la igualdad, pero al verse excluidos prefieren no aportar sus conceptos", afirma.
"Es un círculo vicioso en el que por un lado las instituciones ven a los jóvenes apáticos y poco participativos, y a la vez ellos se sienten poco escuchados."
"A diferencia de los adultos, los jóvenes aportan ideas y conceptos más tendientes a la democracia y a la igualdad, pero al verse excluidos prefieren no aportar sus conceptos", afirma.
"Es un círculo vicioso en el que por un lado las instituciones ven a los jóvenes apáticos y poco participativos, y a la vez ellos se sienten poco escuchados."
ENTRADA DIGITAL